Diplomado en Aeromedicina y Cuidados Críticos del Paciente
Sexta Generación
Resumen
Emergencias Toxicológicas
Profesor Titular:
Jaime Charfen Hinojosa
Jaime Charfen Hinojosa
Coordinador Académico:
Ricardo Rangel Chávez
Ricardo Rangel Chávez
EDEM. Marjorie Betancourt Diaz.
Febrero de 2020
INTRODUCCIÓN:
La toxicología es el estudio de los venenos o, en una definición más precisa, la
identificación y cuantificación de los efectos adversos asociados a la exposición a
agentes físicos, sustancias químicas y otras situaciones.
En ese sentido, la
toxicología es tributaria, en materia de información, diseños de la investigación y
métodos, de la mayoría de las ciencias biológicas básicas y disciplinas médicas,
de la epidemiología y de determinadas esferas de la química y la física.
La toxicología abarca desde estudios de investigación básica sobre el mecanismo
de acción de los agentes tóxicos hasta la elaboración e interpretación de pruebas
normalizadas para determinar las propiedades tóxicas de los agentes.
Aporta una importante información tanto a la medicina como a la epidemiología de
cara a comprender la etiología de las enfermedades, así como sobre la
plausibilidad de las asociaciones que se observan entre éstas y las exposiciones,
incluidas las exposiciones profesionales.
Los métodos de la toxicología son asimismo muy utilizados por la industria en el
desarrollo de productos, pues permiten obtener una información valiosa para el
diseño de determinadas moléculas o formulaciones.
Bastantes de estos latentes riesgos para el hombre y su ambiente, han sido
revelados, pero otros pueden producirse hasta después de un importante lapso de
tiempo.
Por esta razón, es de trascendental interés que si los riesgos y peligros para el
hombre superan los beneficios que puedan otorgarnos estas sustancias químicas,
entonces su uso debe ser examinado e imparcialmente valorado y reglamentado.
Lo que hace a la toxicología un componente crucial de las estrategias de
prevención, pues proporciona información sobre peligros potenciales en los casos
en que no hay una exposición humana amplia.
DESARROLLO:
La toxicología se divide en varios campos de acción, como son:
• Descriptiva: estudia las pruebas de toxicidad.
• Mecanística: estudia los mecanismos por los cuales los compuestos ejercen
efectos tóxicos.
• Regulatoria: tiene la responsabilidad de decidir si un compuesto es de bajo
nivel de riesgo.
• Especializada: ambiental, forense, clínica y ecológica.
El fenómeno de incremento en el uso de sustancias químicas para muchos
propósitos, y en lo que concierne, a la presencia de contaminantes químicos y
tóxicas en el aire, agua, alimentos y otras partes del ambiente, han motivado que
esta rama del conocimiento pueda ser subdividida dentro de las siguientes áreas:
Toxicología forense:
Esta área se especializa en el conocimiento de la toxicología que apoya al rubro
de la patología y medicina forense para establecer las causas de muerte, para
propósitos médico legales en incidentes en los cuales se sospecha que un crimen
haya ocurrido.
Toxicología clínica:
Estudia los efectos esperados o inusuales de una droga terapéutica que se aplica
en pacientes; donde se observa la condición de estos y el progreso que tienen
estas sustancias en el tratamiento de padecimientos o enfermedades.
Toxicología ocupacional:
En la última mitad del siglo diecinueve y durante el siglo pasado, el conocimiento
de los efectos de la actividad laboral en ciertas industrias incurrieron en la
manifestación de serias enfermedades y decesos ocasionados por la exposición a
químicos peligrosos y agentes tóxicos bajo condiciones inseguras de trabajo; este
es el campo de acción de la toxicología ocupacional, cuya disciplina aborda el
estudio de los efectos nocivos sobre la salud del trabajador producidos por los
contaminantes del ambiente de laboral.
Toxicología ambiental:
Es aquella que concierne con el efectos dañinos de las
sustancias químicas o agentes tóxicos que están presentes en el aire, agua, suelo,
alimentos u otros factores ambientales y a los cuales están expuestos el hombre,
animales domésticos, peces, vida silvestre y otros elementos de la biota.
Es decir
se aboca al estudio de los efectos adversos de los agentes ambientales sobre los
organismos vivos.
En la sociedad moderna, la toxicología es ya un elemento importante de la salud
ambiental y de la salud en el trabajo.
Ello es así porque muchas organizaciones,
tanto gubernamentales como no gubernamentales, utilizan la información toxicológica para evaluar y regular los peligros presentes tanto en el lugar de
trabajo como en el medio ambiente general.
En la terminología moderna, con “exposición” se hace referencia a las
concentraciones o cantidad de una sustancia con que están en contacto los
individuos o las poblaciones las cantidades presentes en un determinado volumen
de aire o de agua, o en una determinada masa de suelo.
El término “dosis” se
refiere a la concentración o cantidad de una sustancia que hay en el interior de
una persona u organismo expuesto.
La descripción de esos procesos tiene por objetivo principal entender las causas
de la gran variabilidad que existe en la respuesta de los diferentes individuos y
especies a la agresión química.
La variabilidad de las respuestas tóxicas obliga,
en el estudio de la toxicología, a apoyarse en otras ramas de la ciencia como
química, física o biología (fig. 1), entre otras; con el fin de estimar mas
acertadamente las posibilidades de daño, la estimación del lugar del daño mismo y
hasta el tratamiento a seguir.
Clasificación de los Agentes Tóxicos:
No existe una clasificación que con carácter general permite reunir de modo
perfecto a todas las sustancias poseedoras de algún tipo de actividad tóxica.
Sin
embargo, se pueden citar diversos tipos de sistematización de acuerdo con los
diversos criterios que han servido para agruparlos:
• Estado Físico: sólidos, líquidos y gaseosos
• Constitución química: inorgánicos y orgánicos; metales, aminas
aromáticas, hidrocarburos halogenuros, etc.
• Origen: animal, vegetal, bacteriano, mineral.
• Sistemática analítica: fijos (metálicos, orgánicos) y volátiles
(gaseosos arrestables por vapor)
• Modo de actuación: locales(irritantes y corrosivos) y sistémicos
(ejercen su efecto en puntos distantes al de contacto)
• Órgano diana: hepáticos, renales, musculares nerviosos (inhibidores
de la función motora, exaltación de reflejos, etc.), he máticos
(proteínas plasmáticas, glóbulos rojos).
• Efectos específicos: mutagénicos, teratogénicos, cancerígenos, etc.
• Uso: aditivos alimentarios, pesticidas, disolventes, medicamentos,
etc.
• Mecanismo bioquímico de acción: inhibidores de la enzima
acetilcolinesterasa, productores de metahemoglobina, bloqueadores
de grupos sulfhídricos, etc.
• Potencial toxico: extremadamente toxico, muy toxico, ligeramente
toxico, etc.
Resulta evidente que ninguna de estas clasificaciones simplificadas puede ser
aplicable al espectro completo de los agentes tóxicos. Lo más apropiado es
manejar una combinación de algunas de ellas en función de los propósitos
especiales para los que son destinados.
Por otra parte, conviene señalar que aquellos sistemas que se basan a la vez en
las propiedades químicas y biológicas de los agentes tóxicos y las características
inherentes a la exposición a las mismas, son los más adecuados para ser
aplicados con fines legislativos o de control.
Tipos de Exposición:
La ruta por la cual el elemento tóxico irrumpe en contacto con el individuo es un
factor que más influye sobre los efectos tóxicos de una sustancia. Las rutas de
exposición más comunes se citan a continuación.
Inhalación:
Las partículas muy finas, los gases y los vapores se mezclan con el aire, penetran
en el sistema respiratorio, siendo capaces de llegar hasta los alvéolos pulmonares
y de allí pasar a la sangre. Según su naturaleza química provocarán efectos de
mayor a menor gravedad atacando a los órganos cerebro, hígado, riñones, etc.) Y
por eso es imprescindible protegerse.
Las partículas de mayor tamaño pueden ser
filtradas por los pelos y el moco nasal, donde quedarán retenidas. Algunos de los
gases tóxicos que actúan por absorción inhaladora:
• Monóxido de carbono
• Ácido cianhídrico
• Sulfuro de hidrógeno
• Vapores de mercurio
Otras intoxicaciones pueden ser producidas por absorción de vapores procedentes
de disolventes como:
• Benceno
• Metanol
• Nitrobenceno
Absorción cutánea:
El contacto prolongado de la piel con el tóxico, puede producir intoxicación por
absorción cutánea, ya que el tóxico puede atravesar la barrera defensiva y ser
distribuido por todo el organismo una vez ingresado al mismo. Son especialmente
peligrosos los tóxicos liposolubles como los insecticidas y otros pesticidas.
Ingestión:
La sustancia ingerida conlleva un riesgo específico dependiendo de su naturaleza,
siendo diferente la gravedad del accidente y la urgencia de su atención, la cual
nunca es menor. Algunas sustancias muestran su efecto tóxico de forma
inmediata, especialmente aquellos de acción mecánica (como los corrosivos), pero
otros no lo hacen hasta después de su absorción en el tubo digestivo, distribución
y metabolización, por lo cual pueden aparentar ser inocuos en un primer momento.
Posible afectación severa de distintos niveles y sistemas:
La toxicidad puede describirse a diferentes niveles biológicos.
La lesión puede evaluarse en la totalidad de la persona (o animal), en los sistemas
orgánicos, en las células o en las moléculas.
Los sistemas orgánicos son los siguientes:
Inmunitario, respiratorio,
cardiovascular, renal, endocrino, digestivo, músculo esquelético, sanguíneo,
reproductivo y nervioso central.
Son órganos decisivo:
El hígado, el riñón, el
pulmón, el cerebro, la piel, los ojos, el corazón, los testículos u ovarios y otros
órganos principales.
Entre los efectos adversos a nivel celular/bioquímico se encuentran:
La
interferencia de la función proteínica normal y de la función de los receptores
endocrinos, la inhibición del metabolismo energético y la inhibición o inducción de
enzimas por xenobióticos (sustancias extrañas).
Entre los efectos adversos a nivel molecular figuran las alteraciones de la función
normal de la transcripción ADN-ARN, de la unión de receptores específicos
citoplasmáticos y nucleares, y de los genes o productos génicos.
En última instancia, el deterioro funcional de un sistema orgánico importante suele
deberse a alteraciones moleculares en determinadas células diana de ese órgano.
Sin embargo, no siempre es posible, ni tampoco necesario, determinar en el nivel
molecular el origen de un mecanismo.
Conocer el mecanismo concreto de toxicidad incrementa el valor predicativo y la
fiabilidad de las extrapolaciones a otras sustancias.
CONCLUSIÓN:
Recordar que con pacientes contaminados por cualquier agente primero se lo debe descontaminar para poder transportar, luego del transporte, se tiene que descontaminar la aeronave y uno mismo, desde descartar la ropa o el EPP que se considere necesario, hasta lavarse las manos. En pacientes que están intoxicados por algún agente farmacológico estos podrán estar alterados, agresivos y hasta tener algún tipo de arma, o también cuando se los está aplicando el antídoto se pueden volver agresivos por eso se tiene que prevenir amarrando al paciente a la camilla para evitar cualquier daño al personal.
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